COMENTARIO: Aunque ensombrecida por la fama de la grandiosa "Los niños del paraíso", esta película permanece como uno de los máximos logros de Carné y una de las obras más representativas del llamado realismo poético francés.
|
lunes, 4 de febrero de 2013
El muelle de las brumas (Francia)
CINE CLASICO FRANCES
Una película de Marcel Carné
AÑO 1938
DURACIÓN 91 min.
PAÍS Francia
DIRECTOR Marcel Carné
GUIÓN Jacques Prévert (Novela: Pierre Dumarchais)
MÚSICA Maurice
Jaubert
FOTOGRAFÍA Eugen
Schüfftan
REPARTO Jean Gabin,
Michel Simon, Michèle Morgan, Pierre Brasseur, Édouard Delmont, Raymond Aimos,
Robert Le Vigan
PRODUCTORA Ciné-Alliance
GÉNERO Drama.
IDIOMA : FRANCÉS CON SUBTÍTULOS EN ESPAÑOL.
SINOPSIS
Un desertor del ejército francés (Jean Gabin), llega a Le
Havre -una ciudad permanentemente envuelta en la niebla-, para huir en barco.
Conoce a Nelly (Michèle Morgan) en casa Panamá, un garito del muelle, y
simpatizan de inmediato; ella es una joven de 17 años tiranizada por su tutor
Zabel (Michele Simon), un extraño hombre que mantiene tratos con un grupo de
jóvenes que juegan a ser mafiosos. Uno de ellos acosa a Nelly, y Jean lo
humilla. El suicidio de un pintor, que frecuenta casa Panamá, permite al
desertor asumir una nueva identidad.
La nocturnidad y la constante niebla que anega la imagen
—no sólo exterior, pues el protagonista la sitúa también dentro de su
cabeza— otorga a la película un carácter fantasmagórico que oprime los
sueños de los personajes. Ellos quieren, o más bien necesitan intuir,
detrás de las brumas, el fantasma de la libertad. Pero la realidad —la
auténtica y extracinematográfica realidad de un mundo en conflicto abocado
a la II Guerra Mundial— impone sin piedad sus razones, que no invitan al
optimismo ni a la esperanza.
Descarga: solicite el enlace a rsrosales100@gmail.com y la compartiremos gratuitamente con usted.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si nos dan las gracias o hacen algún comentario, eso nos motiva a seguir alimentando este sitio. ¿De acuerdo, amigos?